TAROT ÍNTIMO
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El tarot nace en Italia en el siglo XV como un juego, el tarocchi, para los nobles de la época con los cuatro palos principales: oros, copas, bastos y espadas. Unas décadas más tarde se añaden unas cartas “trampa” o cartas “triunfo” con motivos alegóricos. Fue en el siglo XVIII cuando ocultistas de la época empezaron a hablar del tarot como herramienta de adivinación e inventándose que tiene orígenes en la Kabbalah o en el antiguo Egipto, pero no hay pruebas de ello. El tarot no es mágico, no adivina el futuro.
Sin embargo es una extraordinaria herramienta narrativa ya que con el tiempo fue adaptando numerosos significados en cada una de sus cartas incluyendo todas las posibilidades narrativas que a uno se le puedan ocurrir. Y con esto su capacidad tan ambigua como precisa para hablar de la vida. Hoy día el tarot sigue manteniendo ese aura mística.
Pero también es usado como una poderosa herramienta para solucionar problemas. Con una lectura de tarot uno puede ver con perspectiva un problema y numerosas estrategias sobre cómo afrontarlo.
ESTE TAROT EN CONCRETO. QUÉ ES. PA QUÉ VALE. CUÉNTAME.
Estaba un poco harto de los tarots normales sinceramente. Soy consciente de que su simbolismo y su aparente sencillez son claves que llevan sobreviviendo siglos (aunque realmente los diseños más conocidos de muchas cartas del tarot son más recientes de lo que uno imaginaría), pero también soy consciente de que comprendemos menos a caballeros, torres, demonios, cántaros, ángeles, reyes y pajes que la última vez que tuvimos que enseñarle a un señor cómo comernos lo que tenemos entre las piernas.
Por eso diseñé esta baraja: para contar, de una manera humana y apuntando hacia la improbable e imposible atemporalidad, historias que cualquiera sin estudios sobre simbología medieval (o lo que el siglo XIX entendía por medieval) pudiese entender y comprender. Por eso esta baraja trata sobre la comunicación humana: la introspección, las relaciones, los abrazos, el sexo y el lenguaje.
Y también la hice porque para mí es más sencillo entender mis propios dibujos que no las elucubraciones de un asceta anónimo que vivía sin una tostadora, para qué engañarnos.
He conservado mucha de la iconografía reconocida por prácticamente cualquiera que haya entrado en un bar: espadas, bastos, oros y copas vuelven a los escenarios para cantar sus clásicos singles.
Y sus simbología está intacta:
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Las espadas siguen siendo la representación de la razón, la lógica, las ideas y la frialdad del metal, el filo de la locura y esas cosas intensitas.
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Las copas son agua, son fluidez, son las emociones, son aquello que nos parte el corazón y que nos da tontas ganas de vivir.
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Los oros son todo lo material, son el trabajo duro, el ponerse a ello, el cargar con todo. Son la avaricia del apego.
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Los bastos son el fuego de la pasión, la violencia, el sexo, la guerra y el grito a oídos sordos, la herida del vareo, las espinas del campo y la astucia del zorro.
No obstante sus historias son algo distintas. Las espadas ahora hablan de la comunicación interior que tenemos con nosotras mismas, todo el rollo de "quién soy yo, cuál el sentido de la vida".
Las copas tratan sobre relaciones, sobre amoríos, sobre pérdidas, sobre la comunicación que se da entre los diferentes compromisos que tenemos para con las demás.
Los oros describen abrazos, maneras de abrazar, porque no hay nada que requiera de más paciencia, honestidad, trabajo y tacto material y roce y sensibilidad como un abrazo de verdad.
Por último los bastos hablan de todas las comunicaciones incomunicadas que vivimos durante nuestra más absoluta intimidad, cómo bailamos desnudas y cómo hablamos con nuestros cuerpos.
Estas cartas describen historias, siempre historias. Y como tales tienen personajes, giros, altibajos, retos, obstáculos, lecciones y conclusiones. Del 1 al 10 son todos los elementos de una historia mientras la hija (el paje), el hijo (el caballo), la madre (la reina) y el padre (el rey) son los personajes que habitan estas historias o cómo nos las tomamos.
1. As. Llamada a la aventura, algo nos urge.
2. Dilema, no sabemos qué hacer, no sabemos si ir.
3. Tomar la iniciativa, tomar conciencia.
4. Estabilidad, la zona de comfort, los límites de lo conocido.
5. Obstáculo. Muro en el camino.
6. Recuperación tras el obstáculo, reflexión.
7. Epifanía, idea, prueba, preparación.
8. Llamada a la acción.
9. Último reto, última salida, último lugar.
10. Conclusión, epílogo, resolución.
Cómo se ve las cartas cuentan una historia tan antigua como el mundo. Es un cuento sencillo de salir, enfrentarse al mundo y volver cambiado. Campbell estaría orgulloso en su tumba. Pero cada palo se toma cada una de estas etapas de manera diferente, por ejemplo la conclusión de la historia que cuentan la racionalidad de las espadas es que encontramos la derrota y el fracaso mientras que la conclusión de los oros nos cuenta que a través del esfuerzo y el cariño y la paciencia hemos llegado a crear toda una comunidad que nos cuida, cuidamos, protege y protegemos. Porque no hay historias iguales, pero sí estructuras similares. Como la vida misma. Que es una frase que así al final de un párrafo queda bien y creíble.
POR OTRO LADO, AMIGA tenemos a los Arcanos Mayores. Oh, oh, qué nombre más chungo. Extrañas cartas narrativas que tratan sobre el cambio, sobre las cosas que ocurren y cambian nuestras vidas, interna o exteriormente. Nos hablan de actitudes, de maneras de ser, de cosas que ocurren y cosas que desembocan otras. Son básicamente cartas molonas porque son únicas.
En esta baraja son representadas como una unidad, no como imágenes sueltas, y hablan sobre el lenguaje, que es, de las formas de comunicación, la más sorprendentemente transformadora. Sobre todo para gente que rumia.
Estos no hay tu tía, cada uno dice lo que se le sale de la nariz, sean mocos o sangre o unas palabras bonitas. Cada uno es de su padre, su madre, su abuelo y su panadero.
Estas cartas pueden usarse para hacer lecturas tradicionales de tarot o también para jugar, ya que su naturaleza libre y simple permiten la estimulación creativa de la imaginació, puedes contar historias con ellas, tatuártelas, mandárselas a tus amantes y a tus peores enemigos. Básicamente haz lo que se te ocurra que para algo son así. Como si las pintas.
Una vez te pones a leer cartas a personas ves que es todo menos mágico de lo que parece. Las cartas están diseñadas como momentos inexorables, normales, cotidianos y reales de la vida de todo ser humano. No todo lo que nos puede pasar está recogido en las cartas pero todo lo que está recogido en las cartas seguramente ya nos ha pasado si hemos vivido un poquillo.
Pasadlo bien y nunca descartéis algo por frívolo, estúpido o mentira. Si algo es más viejo que tú y que todas las personas que conoces y sigue vive es por algo, averigua qué hay de verdad en todo ello y revívelo si merece la pena.
Para eso trabajamos. A veces.
¡Hala!